Señor de las alturas,
Dios Todopoderoso y eterno,
sublime creador de la vida
que la sujetas delante de tí.
Oh Jesús, príncipe de paz,
Inspirador de la obra del Padre
consumador de su amor,
Verbo encarnado, amigo mío...
Vengo a ti hoy Señor
para reconocerte oh Rey,
para darte mis palabras,
y con ellas mi corazón y mi vida.
Tu tienes cuidado de mí,
de mi familia y de mis hijos,
tienes cuidado de mis amigos,
de quienes tienen hambre y sed
de justicia.
Tus muros están a nuestro alrededor,
como montes alrededor del poblado
tu vara inspiradora nos enseña el camino
tu cayado va delante de mí.
Rey de justicia, mira a tus hijos
ten misericordia y sálvanos
haz conforme a los designios de tu corazón
miranos con agrado.
Traenos el pan cada día
sacianos de tu consejo
llenanos de amor por nuestros hermanos;
haznos caminar en rectitud.
Ten paciencia hijo,
Ten paz.
Yo estoy a tu lado
no te he abandonado
ni lo haré.
Ve delante de mí...
Padre, no me moveré si tu no vas delante mío.
Abre las puertas,
los cerrojos que han sido ajustados
quiébralos, Padre mío.
No volveré a cerrar la puerta
ve delante de mí.
Señor me confundes...
Moisés te pidió que seas tu quien fueras delante,
porque se conocía a sí mismo.
No quiero moverme si tu no abres el camino.
El camino debes abrirlo tú.
¿Recuerdas a Josafat?
Si.
Debes dar los pasos necesarios para la batalla.
No temas.
Señor... Quiero esperarte.
quiero tener nuevas fuerzas.
No temas,
he infundido mi aliento sobre tí.
Ve y abre el camino.
Necesito que lo hagas.
Toma tus armas, ábrelo.
Señor...
No temas.
Padre... necesito de tí.
Estoy contigo hijo.
Iré a tu costado.
Gracias Señor; fortaléceme más.
Amén.
Señor, tu eres nuestro Dios, grande es tu amor y tu misericordia. Tu nos das libertad para actuar llenando los corazones de tu luz, tu paz y tu justicia. Gracias te damos Padre por todas esas cosas que realizas por nosotros y por esa manera incondicional como nos regalas confianza en tu amor y tu dulzura. Bendito y Alabado seas por siempre.
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