Señor, Rey de toda la creación
no hay misterios para ti
pues todo lo conoces.
Lo que está en lo más profundo de mi corazón
sumergido en oscuridad, sea o no consciente de ello,
lo revelas dejandolo a la luz del día.
Me dedicas tan poco tiempo
que no llegas a saber lo que tengo en mí para ti.
Señor...
Ayúdame a tener un encuentro
que no se amarre al tiempo,
a mis obligaciones del día.
No temas.
Yo estoy contigo, caminemos juntos
esperame, pues vamos a ritmos diferentes.
Quiero dirigirte.
Señor, quiero conocer.
El conocimiento y la sabiduría vienen de mí.
Perdóname Padre...
No temas.
Señor, enseñame a caminar contigo,
a detenerme cuando mi corazón se acelera
para ir en pos de algo que anhela;
No quiero dar pasos en falso.
Necesito de tí,
de tu dirección.
Ayúdame.
Padre, te pido por la salud de Alejandro.
Sánalo. tu puedes hacerlo.
Lo haré.
Amén.
Sigue mis pasos, no te canses, ten animo y aparta de ti toda duda, ten confianza en mi. Yo estaré contigo todos los días hasta el final de los tiempos, eso dice hoy el Señor para todos.
ResponderEliminarSi, cuando colocamos en nuestro corazón a Cristo centro de nuestras vidas, en nada hay que temer, porque en Él está toda fuerza contra todo mal.
¡Bendito seas por siempre Señor!