martes, 12 de abril de 2011

Señor Todopoderoso,
Eterno benefactor,
Sanador de millones,
Rey del Universo,
Príncipe de paz,
Las tinieblas no prevalecerán
Pues tu luz la deshace,
Como los rayos de Sol a la misma noche.

Tu Señor, Precioso tesoro de mi alma,
Precioso redentor de mi vida,
A ti clamo hoy.
Para que nos guíes,
Para que nos asistas, para que nos protejas del devorador,
Que nos asecha una y otra vez,
No hay quien salve Señor, solo tu.

Bendito sea tu nombre por siempre,
Gracias por darme el privilegio de dirigirme a ti en oración.

Te amamos.
Amen.