Quiero vivir cada día de tu mano
que al abrir y cerrar mis ojos
en el día y en la noche,
seas tu mi mayor pensamiento.
Quiero sentirte, Dios de mis horas
Señor creador, Rey de mi vida
que tu presencia gobierne mis pasos
que tu luz me guie cada instante.
Quiero estar junto a tí Padre bueno,
que mi familia toda camine a tu lado
aliméntanos de tu gran amor,
especialmente de tus palabras de paz.
Que los jugos de tu boca creadora
sean manantial de vida a nuestros oidos
que nuestra alma sea vivificada cada vez
y nuestros cuerpos destilen salvación.
Traenos la paz Señor mío,
que nuestro entorno no sea más
gobernado por las sombras y la muerte
que tu Reino sea establecido junto a tu dominio.
Ten paz.
Señor, trae la paz a mi país.
Llevala tú.
Heme aquí Señor,
¿pero cómo puedo hacerlo?
No soy más que humano.
No necesitas ser un dios para llevar la paz que deposito en tí.
Tu paz es un manantial de aguas
del que alimentarás a muchos,
beberán de tí, se saciarán;
y correrá de ellos hacia otros.
Ten paz hijo.
Padre, llevales el pan a quienes lo necesitan.
Lo haré.
Amén.
Dios es un Padre bueno y misericordioso, Él nos permite la libertad para realizar nuestras vidas conforme a sus mandatos. Es luz entre las sombras y esperanza para la vida. Si depositamos toda nuestra confianza en Él, nos liberará y nos hará como insignes guerreros que desafían todos los temores en la vida. Su Espíritu está siempre junto a nosotros. Hagamos su voluntad.
ResponderEliminarBendito y Alabado seas por siempre Padre Bueno.