jueves, 11 de marzo de 2010

A la sombra de tus ramas

Padre mio,
Dueño y Señor de mis dias
encomiendo a ti hoy mi camino
Mis pasos, la fuerza de mis pies
Guiame por el camino recto.

Abre mis ojos para ver
mis oidos para escuchar
Abre mi pecho para sentirte
hasta el fondo de mi corazón para amarte.

Llename alli con la fuente de tu boca
Sopla aun mas allá de mi nariz
quiebrame por dentro si es posible
pero vivifícame mi Señor.

Necesito de tu paz,
necesito de la fortaleza que me das
Prepárame Dios para la batalla de la vida
Pero llevame sin armaduras.

Que tu seas mi yelmo y mi bordón
mi escudo y mi coraza,
y hasta el calzado de mis pies.

Quiero que me prepares como aquel niño de tus ojos
que se enfrentó a hombres guerreros
gigantes y valientes de ejercitos fuertes
solo con pequeñas piedrecillas.

Amansa Padre mi corazón,
los brios de mi humanidad
llename de ti, mi Señor
hazme aprender de tu humildad.

Salvame hoy mi Padre eterno,
ve delante de mi
ábreme el camino con tus pasos
llevame a donde mis pies no alcanzan.

Te necesito mi Señor,
toma el control de lo que soy
te entrego mi vida,
así simplemente.

Saciame Señor, hazme rebosar
que este vaso dispuesto
sea visto por ti para ser lleno
del vino de tu gracia.

Visítame...

Espera en mí
He venido, estoy aquí
confía, podrás salir
Porque soy la puerta de entrada
a donde anhelas ir.

Tendrás descanso y paz
tu vida está escondida en medio del tallo del árbol fondoso
adherida hasta sus bases;
llevarás fruto, en gran abundancia.

Te saciarás con los dichos de mi boca...

Vivifícame señor...

Bebe de las aguas, no tendrás sed
tendrás pastos propios
a los que buscarás
para alimentar tu casa.

Búscame mas
y verás lo que tengo para ti.

Tengo más, mucho mas.
Te sorprendrás con todo lo que encontrarás aquí,
en mi presencia.

Cuida Señor a los mios.

Ten paz.

Amén.

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