lunes, 8 de marzo de 2010

Silencio

Padre, gracias por estar conmigo,
por ser mi amigo,
mi compañía en tiempos difíciles
la voz que en el silencio aparece
para calmar mis miedos.

Creador, Padre mio eres tu
quiero saber como eres mi Señor
Conocer tu rostro
conocer tu interior.

Cuéntame señor tus secretos
los planes que has diseñado para mí,
en los que inscribes a los mios
¿que planes tienes para ellos?

Oh Jesús, se que tus pensamientos
no son como los mios
y son mas altos de lo que pueda imaginar
pero quisiera conocerlos.

Revélame la manera de llegar
a ser lo que has establecido para nosotros
y ayúdanos Dios a tomar fuerzas
para vencer los obstáculos.

Oh Dios, en ti y solo en ti está aquello,
Si soy, Señor, de tu agrado
Si crees que merezco ese gran privilegio
Concédeme saberlo.

Aunque yo mismo no lo merezco
porque soy vano
y sólo tu misericordia me ha puesto delante de ti.
No soy digno.

Pero por los meritos de tu hijo
Señor de los ejercitos
Por la misericordia y el amor que me has brindado
ayúdame a conocer tu voluntad.

Es que te necesito,
necesito de tu luz
para poder caminar por la senda correcta
vence la oscuridad que precede mis pasos.

Te necesito mi Señor.

Ten Paz.

¿Porqué quieres conocer esto?
¿realmente lo quieres?

Si Señor, realmente lo quiero.
Ayúdame a hacer tu voluntad.
Tu me conoces,
soy temeroso y mi ánimo decae con facilidad.

Padre, no quiero errar en mi camino
quiero caminar con certeza
a donde lo has determinado para mi.

(Silencio...)

Pero más que un conocimiento necesito de ti.
Necesito de tu guia,
necesito de tu voz,
conocerla cada dia.

Necesito de ti, mi Señor.
No me dejes sin hablarme
porque me rodea la angustia.

Establécete.

¿Que me quieres decir?
No entiendo mi Señor.

Viniste aquí para establecerte
y con ello establecer mi reino.

Toma tu lugar donde estás, es tuyo, no tengas miedo;
es la tierra que escogí para ti.
Poseela, lucha por ella.
Establécete alli.

Pero Señor...

Ten paz.

Tu vida está escondida en mí.

Amén.

1 comentario:

  1. Dios hace las cosas perfectas, en su hora y a su tiempo. Cuantos nos preocupamos por conocer lo que ha de pasar en el instante siguiente nos cae una desesperación. Pensar así, muchas veces nos causan frustraciones y caemos en la desdicha. Cuando creemos estar seguros de conocer el pensamiento de un futuro que ha preparado Dios para nosotros nos sentimos poderosos y nos anulamos, porque vemos con ojos de prepotentes a los demás. Las cosas de Dios nadie las puede predecir. Tengamos confianza y fe en Él, porque solo Él sabe y conoce lo que nos ha de tocar a su momento.

    ResponderEliminar