Alma desbordada: Voz apacible

Ten paz, yo estoy contigo.
Esfuérzate y se muy valiente.

Lo que me lleva a compartir mi alma desbordada

Un 17 de marzo de 2009, tomé la absurda decisión de retar a Dios.
Así como lo lees... !retar a Dios!
Un incrédulo como yo, enorgullecido de mi propia opinión, ufanado de mi mismo y de los conocimientos que suelen parir los que dedican su vida a la ciencia... !retando a Dios!
Era un absurdo porque no veía que ese Dios, en caso de existir, estuviera interesado en la causa de hombres que "sabían" manejar su propio destino.
Recuerdo muy bien que le dije en un momento de gran dificultad: "Voy a orar, pero que conste que mi oración quedará por escrito, así que no tendrás excusa para no responderme... !Quiero respuestas!"
No me imaginaba lo que estaba por suceder...
Dios respondería inmediatamente y por escrito, dictándome cada una de sus palabras para que las escribiera al lado de las mias... y más aún, confirmándome en mis propias vivencias la realidad de lo escrito.
Parecía de locos... !Dios hablándome!... les confieso que me asusté mucho y pensé que bordeaba en la enfermedad mental.
Pronto empecé a ver que mi vida era transformada positivamente y que las cargas, así como los vicios mas críticos de mi vida empezaban a desvanecer.
Vi como aquella oración me inquietaba a orar mas y mas... mientras mi vida adquiría mayor significado en la medida en que se iba construyendo una relación tan desigual como significativa.
Esa absurda decisión que tomé un día quiero compartirla hoy, tambien de manera absurda contigo; quizá para que te des cuenta que la vida puede transformarse de una manera tan absurda que vale la pena tomar estos riesgos.
Anhelo que Dios te guie por tu propio camino para llegar a El.

Alma desbordada

miércoles, 21 de abril de 2010

Voz apacible

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