viernes, 9 de abril de 2010

Habita en mí

Fuente de mi vida,
Señor de mi alma
Tesoro bendito
sombra que me guarda del calor del día.

Padre bueno,
Amor inagotable,
corriente eterna
de aguas que me sustentan al caminar.

Precioso Salvador,
digno eres tu
dignas tus obras
en las que pagaste precio para rescatarme.

Me has dado un lugar
uno que no tenía
porque anduve perdido
sin rumbo, con tantos temores que me paralizaban.

Señor de toda bondad
te amo, necesito de tí
necesito sacierme una vez mas
con tus muchas aguas que me alientan el corazón.

Hablame al oído,
permíteme acercarme
oh rey majestuoso
inclina tu báculo, y si soy de tu agrado llámame.

Ven

Estoy aquí mi Señor.

Quiero que te acerques.

Señor, no soy digno.

[El Señor se levanta, viene a mí y me abraza]

Siento tu abrazo mi Señor
Perdóname...
He estado tan lejos
me siento sucio.

Ten misericordia de mí,
Yo te necesito
Quiero estar contigo
no apartarme de tí.

No temas.

[Silencio]

Te he limpiado hasta lo mas profundo
Ten paz.

No temeré Señor.

No quiero que te acerques y te vayas.
Permanece.

Señor, ¿como puedo hacer eso?
¿Como puedo permanecer?

Yo soy la vid
tu eres el pámpano
el que en mi permanece llevará fruto.

Quiero ser como tu mi Señor,
ayúdame,
hazme morir mi Señor
quiero que tu vivas en mí.

Oh Señor ¡te necesito!

No quiero ser yo quien viva en mí mi buen Jesús.
Ven, te lo ruego, habita en mi corazón.
camina con mis pies y muevete con mis manos.

Hazlo mi Señor, te lo ruego.
Yo mismo no se cómo agradarte si no estás aquí
pues mi humanidad te desconoce.

Ayúdame.

Lo haré.
No temas, estoy contigo.

Padre, no me basta aún que estés conmigo,
quiero que entres a mi corazón, haz morada allí;
ten misericordia de éste siervo y descansa tus pies aquí.
Necesito de tu presencia en mi casa.

Trae la paz a mi corazón.

Ten paz.

Tendré paz mi Señor,
permaneceré.

Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario