Quisiera que mi alma se desbordara una y otra vez en tu presencia,
que mi humanidad dejara de ser para sumergirse en el rio de tu espíritu,
que tu presencia me absorbiera y así sentir tu aliento cerca a mi oído.
Quisiera que la vida toda se pasara así, cerca de tí;
porque se que así tendrás cuidado de mí,
en los momentos de mayor angustia y desesperación estarás allí.
Aunque las circunstancias arremetan, aunque los problemas se alcen,
aunque el hambre asedie y la enfermedad toque la puerta,
aunque la muerte misma se asome...
yo prefiero estar cerca de tí mi buen Señor.
No quiero alejarme de tí.
A quien iré oh Cristo...
Solo tu tienes palabras de vida y poder.
No tengo donde ir más que a tí mi Señor,
si es tu voluntad dejame estar en un rincón de tus atrios...
quizá en el sitio mas alejado de tu casa, pero dejame estar allí;
como el perrillo callejero en la casa del benefactor.
Ten misericordia de mí y de los mios,
acógenos buen Señor,
defiende nuestra causa, lucha por nosotros ante la adversidad;
Danos tu paz y haznos descansar a tu sombra.
Sana oh Dios, la vida de Alejandro.
Ten paz.
Llénalo de tu gracia y bondad.
Amén.
Dios nos ama infinitamente y permanece por siempre a nuestro lado fortaleciéndonos y enseñándonos a vivir a plenitud la vida. Cada uno en su libertad acoge sus Palabras que llenan de vida y de virtudes para realizar la vida acorde a su voluntad. Bendito seas Padre, por que tu sabiduría nos embeleza y nos llena el corazón para que nos amemos y nos llenemos de seguridades unos a otros.
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