lunes, 12 de abril de 2010

Descanso

Padre bueno,
no te alejes de mí;
Cuando te busco ya no me es fácil encontrarte.

¿Cuando ha sido fácil?

Nunca ha sido fácil;
Pero quizá me cuesta más hallarte.

No me buscas.
Quiero que me busques.
Búscame.

Se que estás aquí, conmigo
en todos lados y dentro de mi corazón.
Eso me da certeza y cierta comodidad.

Estoy a tu lado,
pero necesito de tí.

Cuando estás con tu hijo
y quieres jugar con él, que el se interese por tus cosas
tratas de llamar su atención para que se motive a buscarte.
Porque quieres estar con él.
Así mismo quiero que me busques.

Sabes que estoy a tu lado,
que nunca te abandonaré
pero quiero estar contigo
compartirte mis cosas,
mis sueños, mis anhelos.

Señor, tengo miedo.
Temo que me digas cosas que no quiero escuchar.
No me gusta mi condición de mortal.
Saber que todo es tan pasajero, tan efímero.
Creo que en alguna medida dudo de tu protección.

Lo sé.

Pero, ¿te ha pasado realmente algo donde veas amenazada tu vida?
¿Aún la vida de tu familia?
He estado contigo y lo sabes.
Te he guardado como la niña de mis ojos.

Perdóname mi Señor.
No era consciente de ésto.

Te amo.
No temas.
Búscame y me hallarás.
Encontrarás respuesta a tus necesidades.

Ven.

Heme aquí Señor.

Mira.

¿Que quieres que vea mi Señor?
¿La maldad del hombre?

Si.

Cuanta calamidad mi Señor
Cuanta injusticia en éste mundo
cuanto derramamiento de sangre por parte de nosotros mismos.
Ten Piedad mi Señor.

Te he protegido a ti y a tu familia
desde mucho tiempo atrás.

Porque he establecido mi pacto con ustedes.
y lo confirmo hoy.
Tendrás paz.

Gracias por tu protección Señor.

Búscame, sirveme.
habita en mi casa.
Tengo sed.

Señor...
Descansa aquí, habita aquí
tengo mi alegría para tí,
Si soy agradable Señor
quedate conmigo,
recuesta la cabeza en mi corazón.

Te amo Padre bueno.
Te necesito.

Gracias por estar aquí.
Ten misericordia de nosotros.
Acógenos en tu regazo.

Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario